La intolerancia a la lactosa viene determinada por la falta
del enzima lactasa que se encarga de hidrolizar la lactosa en sus componentes
monosacáridos para su rápida absorción en el intestino delgado. La causa más
frecuente, o primaria, de la malabsorción es la no persistencia de la lactasa
también conocida como hipolactasia de tipo adulto, y las causas secundarias se
deben a enfermedades de la mucosa del intestino delgado, como la enfermedad
celíaca, gastroenteritis, enfermedad de Crohn, etc. que pueden conllevar una
intolerancia transitoria de la lactasa. La prevalencia de la hipolactasia es
elevada y depende del área geográfica, con porcentajes del 5% en el noroeste de
Europa hasta casi el 100% en algunos países asiáticos.
Hoy en día están
disponibles diferentes test o pruebas para detectar la deficiencia de la
lactasa. Sin embargo, en lo referente al diagnóstico de la intolerancia a la
lactosa en sí, los test son menos definitivos y se requiere la evaluación
coincidente de mala digestión de la lactosa y la existencia de síntomas
gastrointestinales.
Los objetivos de este
informe consisten en localizar la evidencia científica sobre la sensibilidad y
especificidad, uso, indicaciones, efectos adversos y costes del test del H2 en
el aliento y otras alternativas para el diagnóstico de la intolerancia a la
lactosa.