La definición más aceptada de hemorragia o sangrado de origen oscuro (OGIB) es la de la American Gastrointestinal Association que la define como la hemorragia digestiva de causa desconocida que persiste y recurre (persistencia o recurrencia de anemia ferropénica, sangre oculta en heces o sangre visible) después de un resultado inicial o prueba inicial
negativa en el estudio endoscópico convencional colonoscopia y esofagogastroduodenoscopia).
 El diagnóstico etiológico de esta patología es difícil, debido fundamentalmente a que la sintomatología es poco específica y el acceso al intestino delgado muy laborioso por su gran longitud y sinuosidad.
 La cápsula endoscópica (CE) es un dispositivo del tamaño de una cápsula de vitaminas grande que permite obtener imágenes de la totalidad del intestino delgado de modo cómodo y ambulatorio. Los resultados de varios informes,
incluido un informe anterior de la “Axencia de Avaliación de Tecnoloxías Sanitarias de Galicia (avalia-t)” han puesto de manifiesto que el rendimiento diagnóstico de la cápsula es superior al de las técnicas convencionales (tránsito baritado, enteroclisis, enteroscopia por pulsión, etc.) pero se desconoce la efectividad frente a nuevas tecnologías como la enteroscopia de doble balón y existen grandes incertidumbres acerca de la verdadera efectividad de esta técnica y la utilidad en cuanto al manejo y consecuencias
clínicas para el paciente.
 
 El objetivo de este trabajo es analizar la verdadera efectividad de la CE y su utilidad en cuanto al manejo y consecuencias clínicas de los pacientes con sangrado gastrointestinal de origen oscuro.