los queloides son tumores benignos, que surgen por una alteración en el proceso normal de cicatrización, generalmente secundaria a una lesión quirúrgica o un trauma tisular. Aunque algunos solo tienen consecuencias estéticas, pueden provocar sintomatología e importantes limitaciones funcionales. Cuando son graves pueden ocasionar un trauma psicológico, con importantes repercusiones sobre la calidad de vida del paciente. El tratamiento suele ser complejo debido a su gran tendencia a recidivar. Entre las terapias más utilizadas destacan las infiltraciones intralesionales con corticoides, la presoterapia, la crioterapia, el láser, el gel de silicona, los agentes citostáticos y la cirugía combinada con radioterapia u otros procedimientos, ya que la cirugía sola no se considera efectiva. El tratamiento radioterápico puede administrarse mediante radioterapia externa (RTE), braquiterapia de alta tasa (HDR-BT) o braquiterapia de baja tasa (LDR-BT), siendo la HDR-BT adyuvante una de las técnicas más recomendadas cuando los queloides no responden a tratamientos convencionales.